17 oct 2025 Publicado en: Juegos de mesa
Juego de Mesa: escapando de las pantallas


Si hay algo que caracteriza al siglo XXI es nuestra relación casi tóxica con las pantallas. Celulares, tablets, televisores, computadoras… los niños parecen tener un imán para estos aparatos, y no hablemos de los adultos: cualquier momento de silencio se llena de notificaciones y TikToks. Además entre el Gamepass con estrenos día uno, el PS Plus que le hace competencia, abrís el celular y tenés el Play pass con 1000 juegos mas... vas a la Metaquest y también tenes el Meta Plus con tremendos juegazos todos los meses... o sea... ¡denme 40 horas mas de vida por día por favor! . Pero bueno,  tranquilos, padres y madres, madres y padres....: existe un antídoto divertido, barato y sin batería que puede devolver la paz a la casa (al menos por un rato): los juegos de mesa. Sí, esos juegos de caja que antes ocupaban estanterías polvorientas y se sacaban solo cuando se iba la luz y hoy pueden ser la mejor terapia familiar contra la esclavitud digital esa que los adultos tanto disfrutamos... pero bueno ta, el tema es ayudar a los pibes, ¿no? Nosotros ya estamos perdidos (en parte por culpa de X Uruguay) 

En este artículo te cuento cinco razones (aunque hay muchas más seguro) para alejar a tus hijos de las pantallas usando juegos familiares, cómo incorporarlos en la rutina diaria y algunos consejos para que los adultos no terminen más adictos que los chicos. Y como queremos que se alejen de las pantallas, pero no de nuestro local es que ya sabelo que TODOS los juegos de mesa mencionados en el presente estan sí, como no podía ser de otra manera en X Uruguay... ¿no somos unos capos?

1. Los juegos de mesa estimulan la creatividad y la imaginación… sin que haya pantalla de por medio

Las pantallas te dicen qué hacer, cómo hacerlo y cuándo terminar. Los juegos de mesa, en cambio, son un lienzo en blanco. Tomemos Dixit como ejemplo: con ilustraciones surrealistas y coloridas, los jugadores tienen que inventar historias para que los demás adivinen su carta. Lo mejor: no hay respuestas correctas o incorrectas, solo imaginación, risas y alguna que otra historia que hará que tus hijos se conviertan en guionistas de su propia vida.

Tip para padres: si un niño inventa una historia sobre un dragón que va al supermercado, simplemente asentí y aplaude. Así fomentás la creatividad y, de paso, aprendés que la vida no siempre tiene que ser tan literal. Pero si te dice que va a ir al supermercado con una ametralladora arriba del carrito de compras impulsado por un matafuego, amigo, es hora de que lo lleves al psicólogo.... y lo alejes de cualquier cosa mas peligrosa que un escarbadientes.

2. Fomentan la interacción social real (esa que no se mide en “likes”)

No hay “me gusta” que reemplace mirar a alguien a los ojos mientras le intentás ganar en Catan. Este juego de estrategia y comercio enseña a negociar, planear y, sobre todo, a tolerar perder… aunque un poco de drama también está permitido.

Carcassonne es otro clásico: construir ciudades, caminos y granjas mientras jugás con tu familia es como crear un mundo entero sin tener que preocuparte por los trolls de internet. Los niños aprenden a esperar su turno, colaborar y, si surge una pelea, a resolverla sin gritar a través de emojis. Aunque claro, esto es teoría... lo cierto es que muchas veces tu casa quedará convertida en una auténtica guerra civil por culpa de juegos como este. Pero, los ojos de los peques ganaron en salud todo sea dicho.

3. Mejoran la concentración y la paciencia (sí, esas habilidades raras hoy en día)

Si alguna vez viste a un niño perder la paciencia porque un juego de celular tarda en cargar, sabrás lo urgente que es enseñarles la espera. Juegos como Ticket to Ride, donde se construyen rutas de tren a lo largo de un mapa, exigen planificación y concentración. Cada movimiento cuenta y, créanme, un tren mal colocado puede ser el equivalente a un grito de “¡Nooo!” frente a la pantalla de un videojuego.

Además, estas habilidades no solo sirven para los juegos: ayudan en la escuela, en tareas domésticas y hasta a los adultos a recordar dónde dejaron las llaves. Y hablando de eso... ¿dónde dejé las mías??? Parezco un personaje de Resident Evil  viejo siempre dando vueltas buscando llaves y cosas que perdí por ahí. 

4. Los juegos de mesa son saludables para la mente y la memoria

Mientras que una tablet estimula la vista y poco más, los juegos de caja ejercitan la memoria, la lógica y la capacidad de resolver problemas. Juegos como Memory o Rummikub obligan a los niños a recordar patrones, ubicar piezas y planificar estrategias, habilidades que no se entrenan con un simple scroll infinito.

Y la ventaja: estas actividades fortalecen la memoria a largo plazo y la atención sostenida, ¡sin que nadie tenga que reiniciar la app porque “se cerró sola”! Y de yapa vas a ahorrar luz.... luz que podrás gastar jugando vos en la Play, la Switch 2 o la Xbox. ¿Qué tal?

5. Generan momentos de diversión compartida y carcajadas aseguradas

Nada une más a una familia que un poco de caos controlado. Juegos como Pictionary o Jungle Speed no solo garantizan risas, sino también momentos en los que los padres pueden recordar lo que se siente perder con dignidad (o intentar hacer trampa sin que los niños se den cuenta).

Estos momentos se convierten en recuerdos: historias que contar, anécdotas que reír y, sobre todo, un escape saludable de las pantallas que dominan nuestra vida. Se vale sacar selfies, no se vale ponerle cuernitos al hermano. 

Cinco juegos de mesa recomendados para toda la familia

  1. Dixit – Historias, creatividad y risas aseguradas. Mas o menos como cuando llegas tarde a tu trabajo y le inventás una excusa a tu jefe.

  2. Catan – Estrategia, negociación y planificación a prueba de dramas familiares. Mas o menos como cuando tenés que explicarle a tu mujer por qué vas a comprar la ps5 pro en lugar de la secadora. 

  3. Ticket to Ride – Construí rutas, hacé planes y aprendé a perder con gracia. Mas o menos lo mismo que te pasa todos los años en las vacaciones familiares.

  4. Azul – Combinar colores y patrones sin que nadie te diga “es un juego de niños”... mas o menos como cuando jugas a Donkey Kong Bananza usando al pibe de 7 como excusa. 

  5. Pictionary – Porque no hay nada como ver a tu hermano dibujar un elefante montado en monopatín.

Cómo incorporar los juegos de mesa en la rutina familiar

  • Designá una noche a la semana como “noche de juegos familiares”.  Poné un poco de música para darle clima.

  • Combina la actividad con snacks saludables: papas, frutas o galletitas... o sé mas realista y compra varios paquetes de Doritos. Y si... todo no se puede.

  • Participá vos también: nada motiva más a los chicos que ver a los adultos comprometidos. Vas a ver que es como jugar Balatro pero arriba de una mesa.

  • Rotá los juegos: un poco de estrategia, un poco de memoria, un poco de dibujo. No se vale pausas de media hora para ir al baño... a consultar el celular. 


Los juegos de mesa son mucho más que un entretenimiento: son una herramienta para alejar a nuestros hijos de las pantallas, fomentar habilidades cognitivas y sociales, y generar recuerdos que ningún dispositivo digital puede ofrecer.

En definitiva, alejar a los chicos de las pantallas no significa aburrimiento. Significa risas, creatividad y, por qué no, un poquito de caos ordenado alrededor de una mesa. Así que desempolven esos juegos de caja, organicen una noche de juegos familiares y disfruten de un mundo donde la diversión no tiene batería.

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