14 may 2025 Publicado en: Coleccionables
Cuatro artículos de Pokémon que podés coleccionar

Si creciste viendo las aventuras de Ash y Pikachu o simplemente te fascina el mundo de los monstruitos de bolsillo, seguramente alguna vez pensaste en empezar una colección. Porque seamos honestos: no importa si tenés 10 o 40 años, siempre es un buen momento para sumarse al mundo del coleccionismo pokémon. Acá te dejamos cuatro artículos de Pokémon que podés coleccionar y por qué cada uno tiene su encanto (y su dosis de nostalgia).

1. Cartas de Pokémon

El clásico de los clásicos. Las cartas de Pokémon no solo son objetos de colección, sino que también tienen su propio juego de estrategia (aunque seamos sinceros, la mayoría solo quiere la carta holográfica del Charizard). Hay miles de cartas, con diseños que van desde lo simple hasta lo gloriosamente brilloso. Además, están esas ediciones raras que pueden costar más que un alquiler en Montevideo.

Lo mejor de coleccionar cartas es ese ritual de abrir sobres: nunca sabés si te va a tocar algo espectacular o puro relleno. Pero esa incertidumbre es parte del viaje. Y si sos de los que guardó sus cartas de cuando era chico, quizás estés sentado sobre una pequeña fortuna… o sobre un montón de Ener­gías inservibles. Nunca se sabe.

2. Figuras de Pokémon

¿A quién no le gusta tener una estantería llena de Pikachus, Charizards y Snorlax en poses heroicas? Las figuras son ideales para decorar y al mismo tiempo alimentar el alma nerd. Hay de todos los tamaños, materiales y niveles de detalle. Desde figuras articuladas hasta esas miniaturas que venían con los huevos de chocolate (sí, esas también valen).

Además, hay figuras tan lindas que hasta el más serio se derrite. Y ni hablemos de las ediciones limitadas que aparecen en Japón y llegan acá con el triple de precio. Pero bueno, cada figura tiene su historia, y verlas todas juntitas da una satisfacción que no se puede explicar… aunque tu gato las tire una por una del estante.

3. Videojuegos de Pokémon

Desde los primeros juegos en Game Boy hasta los más modernos en Nintendo Switch, la saga de videojuegos de Pokémon es una mina de oro para los coleccionistas. Algunos títulos, como Pokémon Cristal o Pokémon Esmeralda, ya son considerados retro y conseguirlos completos con caja y manual es como encontrar un Mew en el pasto alto.

Coleccionar los juegos no es solo tenerlos: es revivir historias, comparar gráficos, y de paso, tener la excusa perfecta para jugarlos otra vez. ¿Que ya atrapaste a todos los Pokémon? Bueno, ahora hacelo pero en otra edición. Y después otra. Así hasta el infinito (o hasta que te quedes sin espacio en la biblioteca).

4. Consolas de Pokémon

Acá es donde la cosa se pone seria (y cara). Las consolas de Pokémon —esas versiones especiales de Game Boy, DS o Switch con diseños temáticos— son joyitas de colección. Algunas son tan raras que hay gente que ni se anima a usarlas, por miedo a que se les borre un sticker o se les raye la tapa.

Tener una consola edición especial de Pokémon es como tener una pieza de museo en casa. No solo son lindas, también son testamento de la locura colectiva que genera esta franquicia. Y si alguna vez llegás a tener más de una, ya podés considerarte parte de una élite muy específica (y probablemente sin mucho espacio en la mesa de luz).

O sea

Coleccionar artículos de Pokémon no es solo juntar cosas: es una forma de reconectar con la infancia, compartir una pasión y, por qué no, tener excusas para seguir atrapando pokémones en la vida adulta. Sea cual sea tu estilo, hay algo en este universo que seguro te va a tentar. Eso sí, andá haciendo lugar, porque cuando arrancás… no hay quien te pare.

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